Malbec bajo la luna llena

De una fuente española trascendió una información sobre los efectos del Malbec y otras variedades en cultivo biodinámico: Malbec, Merlot, Pinot Gris, Zinfandel, Tempranillo y Mencía son potentes afrodisíacos.

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De una fuente española trascendió una información sobre los efectos del Malbec y otras variedades en cultivo biodinámico: Malbec, Merlot, Pinot Gris, Zinfandel, Tempranillo y Mencía son potentes afrodisíacos.


Hace mucho que se sabe que el vino, y, más concretamente, el alcohol etílico, tienen propiedades euforizantes cuando se consume en cantidades moderadas. Pero puede ir más allá; un riguroso estudio recientemente presentado, en el que han participado la University of California Davis y la NASA, ha llevado a los investigadores a la conclusión de que vinos
procedentes de ciertas variedades, elaborados en condiciones muy concretas, tienen un marcado efecto en el comportamiento afectivo humano.

El Malbec fue el disparador de la investigación, ya que en el año 2002, un astronauta ruso llevo, de contrabando una botella de Malbec argentino para su periplo por el espacio. Sintieron los efectos tanto el como sus compañeros, una situación complicada ya que eran todos heterosexuales.

Tras una ardua investigación, los científicos han conseguido desentrañar el complejo mecanismo que explica este hecho. Las conclusiones son, sin duda, sorprendentes, pero no por ello menos rigurosas. Así como el influjo gravitacional de la Luna es el motor de las mareas en los océanos, esa
atracción gravitatoria también influye en la química del grano de uva especialmente las cultivadas con los principios de la biodinámica.

Cuando se vendimia durante el periodo de luna llena, la gravedad ejercida por nuestro satélite es lo suficientemente fuerte como para establecer un gradiente vertical de densidad dentro del fruto.

Si el racimo es cortado en las horas inmediatas a ese estado polarizado, se favorece enormemente la fijación de los tetrahidropolianisoles en las membranas fosfolipídicas de las células que se encuentran en la parte inferior de cada uva. Este hecho, insignificante en apariencia, va a permitir una actividad diferencial de las levaduras durante la fermentación. (cosa que no ocurre cuando la vendimia se
realiza fuera del periodo de luna llena).

Los tetrahidropolianisoles fijados en las membranas pueden entonces activar los canales sodio-potasio de las paredes celulósicas de las levaduras, dando lugar a cantidades significativas de graporfina, que no es otra cosa que un
potente precursor químico de las endorfinas. Estas últimas son sustancias generadas por nuestro propio cerebro, neurotransmisores ligados a los comportamientos afectivos y placenteros.

Al consumir vino elaborado con uvas vendimiadas bajo el influjo de la luna llena, ingerimos cierta cantidad de graporfina, que, como el alcohol, es absorbida inmediatamente y utilizada por el metabolismo cerebral
para la generación de endorfinas. Estas endorfinas funcionan como disparadoras del amor. Cuestion de fe. Por las dudas hay algunos Malbec elaborados en esta condiciones que ordena la biodinámicas: el Malbec rose BuenAlma o el de Colomé, según Robert Parker “negro, poderoso, irresistible… “Este morocho argentino quizás transmita sus virtudes, su seducción a la hora del amor.

Una falla en la informacion: ese Malbec trasladado al espacio por el astronauta ruso, no era biodinámico. Era un buen Malbec, nada más ni nada menos.

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