Gin Tonic: dónde y cómo tomar este preferido en Buenos Aires

El trago que copó la ciudad. No solo estuvo de fiesta con la segunda edición en mayo, de Argentina Tónica, Festival de Gin Tonic en el Hipódromo de Palermo, sino que desde hace algunos años, este cóctel fresco, burbujeante y con el equilibrio justo de amargor y dulzura, es el protagonista de todas las salidas. Eso sí, la calidad del alcohol y la mezcla con otros sabores son imprescindibles para una experiencia renovada. Con propuestas cancheras y novedosas, este trago es la tendencia indiscutida del momento. Descubrí dónde tomarlo, cómo prepararlo en casa y las opiniones de expertos.

¿Cómo se explica su éxito? Aunque existen varios motivos, hay uno que sus consumidores repiten contundentemente: lo eligen porque se adapta a gustos diferentes. Lo cierto es que las posibilidades para reversionar la receta tradicional son infinitas. Se puede mezclar con flores, hierbas, especias, frutas y hasta verduras. Lo único que hace falta es un toque de creatividad. ¿El resultado? Cócteles de autor súper versátiles, ¡hay una combinación para cada paladar!

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Si te gusta este trago sabés que en Buenos Aires hay una oferta muy interesante para descubrir. Las barras renuevan este clásico una y otra vez e incluso algunas de ellas le rinden culto absoluto. Estos son algunos de los bares dedicados a este cóctel que sigue conquistando corazones.

La Chintonería tiene una carta divertida con una gran variedad de Gin Tonics distintos a los que vas a encontrar en otros lugares. El más exótico tiene pepino y yogur de banana y coco. Si suena demasiado atrevido, hay otras alternativas más terrenales e igual de exquisitas.

Otro hit es Invernadero, el bar que se esconde en la Biblioteca Nacional. Fue el primero del país que ofreció esta bebida tirada de canillas y con muchos toppings. ¿Qué pedir? El Amazonia viene con cordial de vainilla y sándalo junto con bitter de grosella negra, un lujo.

El último spot es Baradentro, un club especializado que ofrece más de cuarenta opciones de Gin Tonics originales. Los preparan con marcas diversas y combinando varios ingredientes para alcanzar el equilibrio perfecto en cada copa. ¡Ideal para volver a degustarlos todos!

Orgullo local

En el país no solo se toma mucho gin, también se lo produce y a ritmo vertiginoso. Todo empezó en 2013 cuando apareció en el mercado El Príncipe de los Apóstoles, una opción nacional de tan buena calidad que enseguida compitió con las grandes marcas del mundo. De esta forma, Tato Giovannoni dio el primer paso en la elaboración local incorporando a su bebida un sabor autóctono como la yerba mate.

La producción explotó exponencialmente en la pandemia. “Antes sólo existían veinte marcas argentinas; actualmente hay 250 con 500 etiquetas en el mercado”, comenta Alejo Berraz Schang, creador de El Club del Gin. Las cifras son sorprendentes, pero eso no es todo. Este año el premio al mejor gin, otorgado por los World Gin Awards, certamen realizado en Inglaterra fue para Bosque Alta Montaña, creado en Argentina e inspirado en botánicos patagónicos.

Además, Berraz Schang confiesa que el público de esta bebida —que va de entre 25 a 40 años aproximadamente—, busca probar gustos nuevos. “Por eso es menos fiel a una marca y están atentos a los nuevos lanzamientos e innovaciones. De este modo, le demanda a la industria permanecer en permanente movimiento”.

El bar en casa

Para tomar un buen Gin Tonic hay que darle rienda suelta a la imaginación. “Hoy es muy común recrear la experiencia del bar en casa con este trago. El gin reemplazó al vodka”, señala Matías Jurisich, el creador de Viva el Gin, la plataforma que reúne información sobre todos los gin hechos en el país.

Al existir tantas variantes de gin como posibilidades de combinación, el cóctel perfecto queda a gusto de cada comensal. Nuestros destacados son para los amantes del vino el Malbec Gin, el Néctar rosado para una tarde de sábado y un Mandarine Blossom para el que está buscando un trago bien fresco.