De origen colonial, el tacu tacu es por esencia un plato de la cocina criolla peruana, heredado de los esclavos africanos.
Perfecto para aprovechar los restos, su base es arroz ya cocido, graneado como lo hacen en Perú, o el arroz preparado para el Chaufa, con lentejas, habas secas, porotos canarios, frijoles negros, lo que se tenga a mano.
Se hace una mezcla compacta de
arroz y
legumbres y se fríe en aceite, con ajo y cebolla. Queda armado como una tortilla, dorado por fuera y jugoso por dentro.
Las múltiples influencias y la creatividad de los grandes cocineros han hecho de este plato casero un muestrario de las influencias y las fusiones que se encuentran en la cocina peruana, por la riqueza de regiones y de etnias.
Hay
Tacu Tacu muy sofisticados.
Esta especia de tortilla se elabora siempre con excelente sazón, gracias al
ají amarillo, al rocoto o a las hierbas, especialmente el cilantro y el huacatay y es una base a la que se añaden cosas:
frutos de mar provenientes del Pacífico, como langostinos, vieiras o camarones de río como en Arequipa. Y con otros platos de la cocina criolla o fusionada, como el seco de cordero en las provincias del norte.
O nada. Porque el Tacu Tacu “a lo pobre" consiste, simplemente en el entrevero de los restos de arroz y
legumbres hervidas, bien condimentado. La receta básica lleva por arriba un
huevo frito y es posible de realizar en cualquier parte del mundo.
En las plantaciones de algodón y de caña de azúcar, donde trabajaban estos esclavos llegados del África, el plato se servía como un potente desayuno para soportar las duras tareas durante todo el día.
Ahora se lo puede probar en varios de los restaurantes limeños de altísimo nivel. Y en las casas, por supuesto.
No te pierdas
Hoy...Legumbres con
Margarita Bernal. Consulta el horario de las próximas
emisiones aquí.