Bocas Abiertas: vuelve la fiesta gastronómica que celebra el encuentro rodeados de buena música y comida

Del 3 al 6 de noviembre se realizará en San Isidro la décima edición del festival Bocas Abiertas, la feria gastronómica que reúne a los exponentes locales más representativos y novedosos, como también a productores y reconocidos chefs. Descubrí la experiencia completa.

Con propuestas para toda la familia, que incluyen bandas en vivo, DJ Sets, espacios para niños, clases de cocina —donde El Gourmet estará participando con una en manos de la cocinera Isabel Vermal—, y un área de relajación, sin dudas este es uno de los acontecimientos más esperados del año por los vecinos del Bajo. El martes pasado sucedió el evento de presentación, una noche exclusiva donde los invitados, con una copa de vino en mano, manifestaron su emoción y expectativa por participar del décimo año de este delicioso ciclo.

“El festival refleja los sabores de una zona, del potente polo gastronómico del Bajo, y el modo relajado de relacionarnos con una cocina muy rica, sin falsas expectativas y de la que estamos absolutamente orgullosos”, sostuvo una de sus organizadoras, Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.

Esta feria que cumple 10 años, que crece edición a edición, es un punto de encuentro y también una muestra de cómo la cultura del buen comer se especializó a lo largo de la década, dando lugar a proyectos innovadores, originales y cada vez más variados.

Prohibido no tentarse: la experiencia de visitar Bocas Abiertas

Al llegar al predio —ubicado en el Centro de Exposiciones de San Isidro—, lo primero que se siente es un espectacular olor a asado, de esos que recuerdan a las parrilladas con amigos, a los momentos compartidos. Distintas fogatas iluminaban la escena, mientras que grandes mesas de picadas se distinguían en el centro: había desde cajones con champignones, todavía en su compost fresco, todo tipo de panes y untables, aceites salames y quesos, entre otras exquisiteces que los visitantes se acercaban a probar.

Sin embargo los platos fuertes vinieron de la parrilla. Cada equipo de chefs, que representaba a diversos espacios gastronómicos de la zona, llevaron sus ideas. Desde los clásicos sándwiches de bife de chorizo y entraña, hasta mini hamburguesas con guacamole, provoletas, gírgolas y hongos portobello rellenos de mozzarella salieron directo del asador para volar de las bandejas.

Mariano, de Hongos Porto, advierte cómo estos productos son cada vez más requeridos entre los gastronómicos de la zona: esta noche las setas también fueron protagonistas. A la hora de pensar los motivos de por qué las girgolas, los champiñones y los portobellos están en alza, considera que es porque cada vez hay más demanda de productos veganos y son un perfecto reemplazo de la carne. “Hasta tenemos una variedad de hongos parrilleros —asegura—, ahora salen en todos los asados”.

Entre amigos que iban y venían por los distintos stands de bebidas, como vino Las Moras, sidra Pehuenco, cerveza Imperial y Campari, los invitados recorrían la feria entre bandejas, saludos, y encuentros con vecinos, colegas y otros expositores. También hay opciones interesantes y novedosas sin alcohol, que vinieron de la mano de emprendimientos de kombuchas y tés helados.

Disfrute asegurado

De fondo, una banda de Jazz amenizaba el ambiente: algunos visitantes aprovecharon el clima perfecto para descansar en el pasto, con un sándwich en una mano y una copa en la otra, para escuchar la música.

Ninguna gran cena puede cerrarse sin un postre a la altura: mientras las brasas se apagaban, los salados fueron reemplazados por bocaditos de coco y dulce de leche, chocotorta y ganache de chocolate, además de helados. La noche se iba extendiendo y nadie parecía querer irse, pero los invitados sabían que esta jornada solo fue la previa de un nuevo ciclo de Bocas Abiertas que se prepara, una vez más, para abrir sus puertas.