Para comenzar, en un bol, mezclamos con un batidor de alambre la manteca pomada y el azúcar.
Cuando los ingredientes estén bien integrados, trabajamos con una espátula de goma e incorporamos la harina 0000 tamizada intercalando su incorporación con 160 cc de leche, el polvo de hornear y la sal.
En una batidora, trabajamos las claras, los otros 160 cc de leche y un chorrito de esencia de vainilla hasta formar un merengue.
Unimos ambas preparaciones y dividimos en 3 partes (1 parte en un bol diferente).
Teñimos con colorante comestible una parte de rojo, otra de azul y la última de amarillo. Para teñir, primero, vamos a hacer una pequeña porción y luego el resto de la preparación.
Llevamos las 3 masas teñidas a una misma placa con papel manteca en la base sin mezclarla. Llevamos al horno a 175°C durante 15 minutos. Dejamos enfriar y llevamos a la heladera.
Cortamos cada una de las masas de colores del tamaño del molde/ budinera elegido.
Colocamos en la base del molde forrado con papel manteca la parte roja, luego la azul y, por último, la amarilla.
Para la ganache de chocolate blanco, llevamos la crema al fuego en una olla 200 cc de crema hasta que llegue al punto de hervor.
Luego, la volcamos sobre un bol donde tenemos el chocolate blanco, dejamos reposar durante unos minutos y mezclamos bien.
Luego, unimos cada capa con la ganache de chocolate blanco. Llevamos al frío.
Cuando el budín esté frío, lo bañamos sobre una reja de pastelería con ganache de chocolate con leche (igual cantidad y procedimiento que la de chocolate blanco).