Toshikazu Tsukii, un ingeniero japonés, decidió aprovechar su retiro para dedicarse a su verdadera pasión: la gastronomía.
“Ski”, como lo conocen sus amigos, tuvo una idea de alto vuelo: comprar un avión Boeing 747 fuera de servicio para instalar un restaurante de sushi en Tucson, Estados Unidos.
El Jumbo Jet, que transportaba hasta 500 pasajeros, está en camino a convertirse en una gran atracción.
Tsukii no es ajeno a los aviones, trabajó toda su vida en el sector aeronáutico y es un gran conocedor de cada parte de los gigantes del aire por ello, como parte del emprendimiento, está previsto instalar un pequeño museo de la aeronave.
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