Receta de Ñoquis de Sémola

Ingredientes
- Ñoquis
- Leche2 L
- Nuez MoscadaCantidad necesaria
- PimientaCantidad necesaria
- SalCantidad necesaria
- Sémola500 g
- Mantequilla100 g
- Queso rallado400 g
- Yema de huevo6 Unidades
- Salsa de adultos
- Crema300 cc
- PimientaCantidad necesaria
- SalCantidad necesaria
- Puerro2 Tallos
- Queso ralladoCantidad necesaria
- TomilloCantidad necesaria
- AceiteCantidad necesaria
- Hongos200 g
- Salsa de niños
- Queso Fresco200 g
- SalCantidad necesaria
- OréganoCantidad necesaria
- Salsa de tomate100 cc
- Crema300 cc
Preparación de la Receta
- Ñoquis
- En una olla, calentar la leche y luego incorporar la sémola en forma de lluvia. Revolver con una cuchara de madera hasta cocinar. Retirar del fuego, colocar en un recipiente, agregar la mantequilla y mezclar hasta fundir e integrar.
- Añadir sal, pimienta y nuez moscada a gusto. Agregar las yemas una a una, revolviendo entre cada incorporación. Por último, echar el queso rallado y trabajar hasta integrar todos los ingredientes.
- Sobre una tabla de madera engrasada con mantequilla, estirar la masa de manera pareja. Reservar hasta que se enfríe. Cortar los ñoquis con un aro y disponerlos en 2 fuentes engrasadas también con mantequilla.
- Salsa para adultos
- En una sartén con aceite, saltear los puerros picados. Agregar los champiñones y portobellos fileteados. Cocinar unos minutos. Salpimentar.
- Añadir la crema, queso rallado y tomillo a gusto. Dejar reducir unos minutos. Retirar y verter sobre una de las fuentes de ñoquis. Echar queso rallado por encima y hornear hasta gratinar.
- Salsa para niños
- En una olla, calentar la crema, la salsa de tomate, orégano y sal a gusto. Cocinar hasta que rompa el hervor. Retirar del fuego.
- Sobre la segunda bandeja de ñoquis, verter la salsa rosa, agregar cubos de queso fresco y queso rallado por encima. Hornear hasta gratinar.
- Recuerda que, a la hora de cocinar, siempre es mejor que los huevos estén a temperatura ambiente.
- Para cualquier tipo de champiñones, evite lavarlos ya que son esponjosos y absorben el agua fácilmente. Si tienen demasiada tierra, ponlos sobre un colador y deja correr agua fría sobre ellos. Por último, sécalos uno por uno con un paño limpio.
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