Vivir la viña

Mi Viña Bio es un programa de Membresía de viñedos biodinámicos sin precedentes en nuestro país y en el mundo, que tiene como fin sembrar la conciencia ecológica.

Por Elisabeth Checa
23 de Agosto de 2012
El sueño de Alejandro Bianchi, miembro de una tradicional familia bodeguera, se llama Finca Dinamia y toma forma en San Rafael, Mendoza.

Es mucho más que una bodega biodinámica. Es una forma de vida con un cultivo ejemplar: la vid. Una labor cultural donde prevalece la conciencia ambiental (la única que nos queda), en pos de una visión responsable con el entorno: el mismo que habitamos y el único que podremos habitar.

Finca Dinamia creó el programa de Membresía Mi Viña Bio. Un proyecto innovador que agrupa a aquellos que sienten propia esta filosofía ecológica, tan nueva como ancestral.

Mi Viña Bio propone un proyecto común. Cada miembro podrá acceder a una o más hileras (30 plantas) de la Finca de 25 hectáreas, con 15 hectáreas cultivadas con Malbec Orgánico de diez años de antigüedad. El total del vino producido de las vides personalizadas será propiedad de cada Miembro, que puede a su vez personalizar a su gusto el producto final. Esto suma aproximadamente unas 80 botellas al año.

Y como pertenecer tiene sus privilegios, Mi Viña Bio ofrece a los socios otros beneficios alternativos, como participar on line de los procesos de elaboración o ser testigo in situ de los trabajos de labranza, y asimilar los secretos y conocimientos de la Agricultura Biodinámica, en una Finca certificada por Argencert y Demeter, entes internacionales de regulación.

La Membresía se renueva cada tres años. La hileras de los viñedos están monitoreadas por tres cámaras de alta definición durante 24 horas. Una transmisión virtual permite seguir paso a paso el ciclo evolutivo de la vid.

Este programa brinda la oportunidad de conectarse con la tierra. Supone el descubrimiento iniciático para comprender y compartir las tareas de campo, implementando los métodos de cultivo basado en el calendario lunar. Los resultados son tan reales como sorprendentes: viñedos sanos y fuertes, plenos de expresión y vitalidad.

Basta probar el flamante Buenalma Rosé 2011, un rosado fresco y diferente, con cuerpo y alma, que ostenta la exclusiva Certificación de Vino Biodinámico Argentino.