Rosas raras

En el restaurante porteño Oviedo, Manuel Mas, dueño de Finca La Anita presentó, con un menú excepcional, el primer rosé argentino elaborado con la variedad Petit Verdot. Francis Mallmann, Christophe, Pablo Massey y Katrine, fueron los cocineros invitados al almuerzo con este vino, perfecto para la saison.

Por Elisabeth Checa
23 de Agosto de 2012
Mucho para celebra. Lo merece este vino de color impresionista, exactamente del rosado de las mejillas de las gorditas pintadas por Renoir. Está elaborado a partir de una variedad que hasta no hace mucho en el pais solo se la utilizaba en cortes, hasta que algunas bodegas, respondiendo a los intereses de los amantes del vino, que somos tantos, en explorar en varietales diferentes, algo exóticos, lanzaron sus propuestas 100% Petit Verdot, entre ellas Finca La Anita y Ruca Malén, con dos tintos enjundiosos, pero para nada rústicos.

En todo caso este es un rosado elaborado como tal, no es el resultado de los restos de sangría, esa práctica que aplican muchos enólogos, que consiste en extraer una parte del mosto durante la fermentación para que el vino tenga más intensidad en color y en estructura. La parte extraída se convierte en los vinos rosados que vemos en las góndolas.

Este es un rosé hecho como debe ser, como lo elaboran en el sur de Francia, especialmente, en la Provence. Vinos de una sola noche, así lo llaman los franceses, en que el mosto macera sólo pocas horas en contacto con los orujos, según la intensidad que el enólogo decida en cuanto a color y estilo. Después se lo vinifica como a un blanco.

La enóloga de de Finca la Anita, Soledad Vargas junto a Mas, decidieron dejarlo ocho horas, (no más, valga la redundancia). El tiempo en este caso de una noche de descanso ideal, que le concedieron frescura, bríos y sensualidad.

Colette, la escritora francesa, quien tenía una bodega en la Provence, especializada en vinos rosados, describía el color de sus vinos comparándolas al de las raras rosas muertas. El color de este Petit Verdot Rosé se acercaba a esa descripción de los matices de las rosas rojas ajadas.

En los aromas se perciben un carácter frutado y cierta mineralidad, en boca se lo siente menos leve que muchos de sus hermanos y, es, felizmente, muy seco. Perdura.

Una reunión afable, iniciada con Pisco Sour peruano como aperitivo, acompañado de ceviche y causas, como debe ser. Para el almuerzo, con el vino como protagonista, Emilio Garip junto a su chef Martin Rebaudino, otro conocido de la pantalla de elgourmet.com, diseñó un menú perfecto para acordar con el vino: trillas muy mediterráneas y codornices guisadas. Contrapuntos perfectos. Francis Mallmann, recién llegado de Paris donde grabó su programa para elgourmet.com, en escenarios emblemáticos de la ciudad, disfrutó junto a los amigos, de estos goces de la buena vida.