Adobar es un arte

Un asado no significa tirar carnes a la parrilla. Macerarlas con adobos o rociarlas con salmuera añaden no solo sabor sino transmiten la creatividad y el estilo del asador.  

Por Elisabeth Checa
3 de Abril de 2019
Una simple salmuera otorga un sabor característico a cualquier carne a la parrilla. Sólo hay que hervir agua y añadirle sal gruesa, vinagre, ajos machacados, granos de pimienta, piel de limón, romero fresco y algún chile. Luego dejarla enfriar y trasvasar la mezcla a una botella. Sirve para salar y rociar carnes rojas o blancas mientras se asan a las brasas.

El pollo marinado suma sabor y terneza a sus cortes magros. Sólo hay que adobarlo una hora en una mezcla de aceite de oliva, jugo de limón, pimentón y alguna hierba aromática antes de asarlo.
 


El clásico chimichurri criollo, pasta de orégano, ajos  y ají molido, es apto tanto para añadir antes como después de la cocción. Macerar cualquier corte de carne roja previamente, le otorgará un sabor especial al asado.

Del tema, los Petersen saben, aunque solo revelan algunos de sus secretos.
 
 
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