Tomar un café

El café es una de las bebidas mundiales de encuentro. Es la excusa para compartir una charla, llevar a cabo una reunión de negocios o simplemente disfrutarla en un bar.

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El café es una de las bebidas mundiales de encuentro. Es la excusa para compartir una charla, llevar a cabo una reunión de negocios o simplemente disfrutarla en un bar.


Los hay para todos los gustos. Los fundamentalistas del café, lo prefieren negro y sin ningún tipo de endulzante. Sin embargo, la mayoría de la gente le agrega azúcar, leche o crema por citar algunas de las costumbres cotidianas ya que, hoy en día, hay cientos de maneras de preparar esta infusión.

Alrededor del mundo hay cientos de formas de comercialización de café. Están las tiendas tradicionales y aquellas que han reinventado el concepto de cafetería tradicional sumando un valor agregado a la bebida y a sus locales. En cualquier lugar del planeta que uno visite, por más inhóspito que sea, puede conseguir donde disfrutar de un rico cafecito.

Lo bebemos en el desayuno, después de las comidas o a la hora del té. Lo cierto es que esta infusión tan cotidiana posee algunos beneficios que no todos conocen:

-Contiene antioxidantes que ayudan a neutralizar el efecto de los radicales libres sobre las células ayudando a prevenir el desarrollo de enfermedades degenerativas y el envejecimiento celular.

-La cafeína es un estimulante natural del sistema nervioso central. De modo que, su consumo, ayuda a las personas a mejorar su capacidad de concentración.

¿Cuántas variedades hay?

Sería muy difícil abarcar en esta nota todas las posibilidades que existen de servir un café. Así que compartimos las formas más populares de consumo de esta bebida alrededor del mundo:

Café Espresso: puede ser simple, doble o ristretto. Este café es originado a partir de una cafetera expreso, de ahí el surgimiento de su nombre. Tiene un sabor bien concentrado y se sirve en una taza de porcelana o cristal. Para realizar un espresso se utilizan 7 gramos de café molido aproximadamente y para el doble, se duplica su cantidad. El ristretto se prepara igual que el simple pero con menos cantidad de agua, lo que hace que su sabor y aroma sean más intensos.

Café Americano o Largo: se prepara como un espresso y la diferencia radica en que se agrega más agua.

Café cortado: es un clásico de muchas regiones. Al espresso se le añade un poquito de leche espumada con un vaporizador.

Café Macchiato: se trata de un café espresso servido en una taza mediana, cortado con un poco de leche caliente.

Cappuccino: es un espresso servido en una taza grande con leche y espuma. Y se suele consumir en el desayuno o la merienda.

Latte Macchiato: también llamado lágrima. Aquí la preparación es inversa, a la leche se la “mancha” con una gota de café.

Y a ti, ¿cuál te gusta más?

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