Cada vez más la gastronomía argentina se posiciona como una brillante estrella del continente. Junto a cocina de fuerte identidad como Perú y México. Somos de carne y descendemos de los barcos, pero también tenemos una historia y una asombrosa biodiversidad.
La gastronomía argentina tuvo su momento de gloria en la ceremonia de premiación de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, patrocinada por S. Pellegrino & Actúa Pana, liderada por Tegui, un favorito de la región y ganador del premio S. Pellegrino al Mejor Restaurante de Argentina. La edición de este año de la prestigiosa lista está llena de presencia argentina desde arriba hasta abajo, pues 10 restaurantes del país se encuentran en ella.
Tegui subió posiciones con su estilo ecléctico y la enorme, asombrosa creatividad Germán Martitegui. Este restaurante se ha convertido en un invitado regular de la lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, pues consistentemente ha entrado entre los diez primeros. Estuve con Germán el año pasado, el anteaño en Lima, feliz, sin excesiva excitación. Es inteligente, sabe que los premios van y vienen. Este año creció, seguramente esta vez si alcanzó la euforia. A Germán, un amigo del alma con quien compartí viajes enriquecedores (Champagne y París, entre otros) lo conocí cuando trabajaba con Francis Mallmann en Patagonia y seguí de cerca sus iluminaciones como chef del restaurante Agraz, del entonces Hotel Cesar Park de Buenos Aires, durante años. Hasta que instaló su propio lugar, Tegui e incusive se animó a abrir un restó de cocina escandinava en pleno Palermo.
El Baqueano, donde el chef Fernando Rivarola ha construido un estilo respetado y único basado en las carnes nativas, se encuentra en la posición No.15, subiendo tres puestos respecto al ranking del año pasado. Este establecimiento porteño ha aparecido en la lista los dos años previos, y ganó el premio al Mayor Ascenso en el 2014. El éxito cosechado este año es prueba de que su rápido ascenso no fue coincidencia y ahora está firme en el gusto de los expertos. Debo visitar y probar sus raros animales, como yacaré, es una cuenta pendiente.
Argentina cuenta también con dos nuevos restaurantes en la lista, Restó (No.43) y Don Julio (No.45), ambos de Buenos Aires. De hecho, todos los restaurantes argentinos de la lista se encuentran en la capital, lo que la convierte en la ciudad con más restaurantes en la lista, sirviendo como un verdadero testimonio de su liderazgo mundial como destino gastronómico. Esperemos que el año que viene se federalice.
Feliz con la inclusión de estos restaurantes. Don Julio, es como mi casa, queda casi enfrente de donde vivo y lo frecuento desde que era una simple parrilla de barrio. Resto es otro de mis preferidos. Hace solo unos días probé una especialidad de Guido Tassi, codorniz rellena, de una sutileza extraordinaria.
Los próximos restaurantes argentinos en la lista son La Cabrera (No.19) que subió tres posiciones. Otro amigo, Gastón Riveira consagra a la carne argentina en parrilla La Cabrera, que está diseminando por el ancho mundo. Recuerdo que le hice la primera nota junto a Dolli Irigoyen. Estuve hace pocos días, regodeándome con un cuadril de Kobe, y una molleja entera a las brasas. La calidad se mantiene, también la calidez y la atención.
Chila, de la genial Soledad Nardelli , conocida también por haber recorrido el país desde la pantalla de elgourmet, se mantiene en la misma posición que el año pasado (No.21).
Aparte de los restaurantes que aparecen en la lista, i Latina ganó el Premio al Restaurante Emergente gracias a la visión y talento de la familia Macías, que ha establecido su restaurante como uno de los más emocionantes e innovadores en Buenos Aires. Este premio invita a los amantes de la comida a seguir con atención a este restaurante, que muy probablemente aparezca en la lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina en el futuro.
¿Qué más puedo decir? Oviedo, en el puesto 39, también de un amigo querido, Emilio Garip, al que también hice la primera nota cuando era un bistró sencillo del Barrio Norte porteño, Aramburu nº 28, quizás el más moderno de todos sin que se diluya las sutilezas de los sabores creativos; Tarquino, bien vanguardista y Elena, el restaurante del Four Season Hotel de Buenos Aires, con su chef Juan Gaffuri a la cabeza, otro lugar donde impera la calidad y la búsqueda del mejor producto.
Añado: me emocionó que el primero de la lista sea un peruano (como mi papá y el resto de mis ancestros) Virgilio Martínez, a quien conocí el año pasado y visité en Central, su restaurante limeño.
Es un genio, un poeta, un estudioso del producto y de los laberintos de la naturaleza. Esos juegos con diferentes alturas-desde 300 mts bajo el nivel del mar hasta 5000 mts en los Andes, una búsqueda que emprende junto a antropólogos sociólogos y productores. Necesito volver a probar esos platos que me conmovieron. Y visitar los otros peruanos ganadores, como Astrid y Gastón, La Mar, Maido, Malabar.
Este año debí ir a México, saturada de trabajo no puede viajar. El año que viene la fiestaza también tendrá lugar en México, que este año en la lista obtuvo 10 lugares, por su extraordinaria gastronomía de raíces profundas y ancestrales, así como las dos primeras celebraciones de los 50 Best de Latinoamérica sucedieron en Lima, Perú. Espero que alguna vez tenga lugar en la fervorosa Buenos Aires.
