Madeleines, reinas de la pastelería francesa

Famosas protagonistas proustianas; ese sabor de la infancia despierta en su obra todos los recuerdos.

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Poco complicadas de elaborar y perfectas para la hora del té, estas sutiles dulzuras, poco tienen que ver con las magdalenas industriales que se encuentran en el supermercado.

Pueden tener algunos sabores extra: perfumadas con vainilla, canela, ralladura de limón o naranja. Eso sí, siempre deben hornearse por separado en los moldes tipo conchilla de metal o de silicona. Se cocinan pocos minutos, deben quedar doradas por fuera y esponjosas por dentro.



A estas delicias de la pastelería francesa se le atribuyen diversos orígenes, todos datan del siglo XVII. En todo caso en las diferentes historias siempre las inventoras se llaman Madeleine y tienen un origen modesto.

Por mi parte recordare siempre las Madeleines de Ducasse, probadas en el Louis XV del Hotel de Paris en Montecarlo. Ninguna modestia. Solo la más refinada simpleza.

Para conocer más recetas como estas, no te pierdas Los Mejores Postres del Mundo, con Andrea Dopico.